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Paranoias de una friky

Hogueras

Supongamos que tenemos una hoguera. Un fuego de esos típicos que salen en las películas americanas, de esos para asar choricillos, para calentarse y para atraer psicópatas.

Si le echas un troncazo, es posible que se apague la hoguera, que el tronco gordo no sirva para nada o cosas así. Si le echas ramitas minúsculas, sí, puede que prendan, pero la hoguera no se hará más hermosa ni calentará más. Lo suyo es ir aumentando poco a poco el grosor de las ramitas que se echan a la hoguera: empezar por palitos, y con toda seguridad, podremos echar los troncos gordos al final.

Por supuesto que no estoy hablando de pollas, atajo de desviados. Estoy hablando de perversiones. Uno empieza por follar con la luz encendida, y de que se da cuenta, poco a poco, aumentando el grosor de las ramitas, está participando en una orgía donde hasta las mascotas tienen lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5 comentarios

Friki -

Viene de naïf, de un estado originario, de candidez, alguien sin maldad por no haber experimentado demasiado las desigualdades morales de la condición humana.

Gema -

Que es naiveté? Te noto apesadumbrado, Nachis...

Friki -

Querida Gema,

he decidido palmar el blog y estoy de obras en la web. Es posible que quieras quitar el enlace, cosa comprensible.

Gracias por recomendarme a Kafka y que pases bien el resto del estío.

Un cordial saludo a los pajeros enamoradizos que aún mantienen su naiveté. Yo también fui así, todavía no tengo muchas luces además.

Gema -

Me sonrojas, jeje... gracias!

Hugo -

echo de menos que no escribas seguido. me gusta mucho lo que escribes. ¿suena estúpido por estos medios decir que también me gustas mucho tú?
saludos