Noche de fiesta loca

Hay que empezar a ir a sitios nuevos los fines de semana. Yo lo he hecho.  Como la cita del médico que pedimos para Fernando era para el martes, decidimos que no podía esperar la cosa, y fuimos, bocadillos en mano (supusimos que nos esperaba una larga noche) a... ¡urgencias psiquiátricas!

 

Allí que fuimos Fer, su madre, y yo. Que cuadro. Que estampa familiar.

Allí había mujeres insinuantes. Drogas, y gratis. Un guarda de seguridad. Shows eróticos en vivo (un hombre se intentó desnudar). Música (cánticos emotivos procedentes de garganta de un abuelo). Yonkis tirados en un síllón.

- Coño, sacadme de aquí, ¿tan mal me veis?

- Hombre, ya que estamos, deberían verte, que lo de cadena 100 no se me olvida.

- Ya no lo pienso, fue un hecho puntual, cojones.

- Fer, pase a consulta.

 Y entramos los tres.  Le contamos las cosas que se le ocurrían y le mandó un Orfidal, que es un tranquilizante y un somnífero. Y le dijo que seguramente se le pasaría en dos o tres días, y que durmiera bastante, que no tendría porqué volverle a pasar. Y nos fuimos, mientras un hombre me decía: - Putaaaaa, enseñame las tetasssssss. (en la vida como en el foro).

Después nos dimos una vuelta por la zona, sin pasar a ningún bar. Nos fuimos ,  con eróticas intenciones, ya que parece que con la primera pastilla se mejoró bastante. Sin tener en cuenta que los medicamentos para los nervios tienen un efecto debastador sobre las erecciones. Afortunadamente, en la lengua no le pasaba nada