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Paranoias de una friky

Ring ring.

Es duro esperar una llamada telefónica que nunca llega, o que se hace de rogar. Llevas el movil siempre contigo, crees escucharlo sonar, no lo apagas a la hora de la siesta... pero así, todo cuidado por no perder una llamada es inútil, porque esa llamada no se produce.

Y cuando son varias llamadas las que uno espera, ya es el acabóse. La de la empresa que te despidió para decirte que acudas a recoger el finiquito. La de la inmobiliaria para decirte que firmes las escrituras. La del banco. La del cura para concretar detalles de la boda (en otro post explicaré el porqué de una boda por la iglesia siendo agnostica). Y la más deseada, la de alguien ofreciéndote un trabajo.

Esto me recuerda a cuando tenía 17 años y esperaba la llamada del rollete del día anterior para decirme que quería volverme a ver, que incluso lo ponía en silencio para no morirme de ansiedad, y si veía luego una llamada llamarlo yo.

Seguiré esperando, sentada por si acaso. Para que me llamen de un trabajo, el rollete de aquella noche que nunca llamó ya me da igual.

5 comentarios

Gema -

De momento no, irme sin nada es algo que me da mucho miedo. No lo descarto tampoco.

Cavaradossi -

¿Te has planteado ir a trabajar al extranjero? Es casi hoy por hoy la solución más factible, y eso que tampoco allende los Pirineos es oro todo cuanto reluce.

Suerte en todo caso y mucho ánimo. Esperemos que algún día acabe esta puñetera crisis

Madam Sisí -

Por supuesto, Romualdo. Qué mejor para encauzar mi vida que un tarambanas rehabilitado. Te hago un hueco en mi cama, pero espero que no te moleste el AK47 que llevo en el bolso por si te desmandas.

Romualdo -

Hace quince segundos que te escribí y aun no me has contestado. Estoy empezando a ponerme muy nervioso...

Voy a ponerme la peli de La Matanza de Texas para relajarme.

Romualdo -

Hola!

Soy Romualdo, el chico que nunca te llamó. Lamento que ya no te importe porque yo no he dejado de pensar en ti.

Verás, el número que me apuntaste en un papel no lo encontró al día siguiente por ninguna parte: mi madre lo había tirado a la basura haciendo la limpieza.

Como no sabía tu apellido, empezé a llamar a toda la lista telefónica, pero antes de llegar a tu apellido, llegó la factura del teléfono y me echaron de casa por arruinarlos económicamente.

En la calle, tuve que sobrevivir como pude, una cosa llevó a la otra y acabé traficando con cocaína en Colombia (es una larga historia). Me pillaron y tras ocho años de prisión acabo de salir con la condicional.

¿Quedamos?